La plaza de la Puerta del Sol estaba irreconocible. Una acampada que cada día que pasaba era menos improvisada abría telediarios, portadas y conversaciones. Las decenas de personas que dormían en la zona y los miles que transitaron por allí hicieron suyo el lugar, como en las otras 200 acampadas más que se repartían por España, incluso algunas en el extranjero. Como telón de fondo del kilómetro 0, una lona gigante de una conocida marca de cremas se convirtió en la pizarra del movimiento, el espacio elegido para colgar pancartas con diferentes reivindicaciones y en distintos idiomas. En ese momento, en ese lugar, todo era bienvenido, todos cabían, menos el feminismo, al menos en el preciso instante en el que se desplegó una pancarta que rezaba 'la revolución será feminista o no será'.
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| Aniversario del 15-M, en 2016. (EFE) |
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