Comunicar de forma correcta el fenómeno de la migración no es asunto baladí. Un informe reciente ha analizado 3.062 piezas periodísticas (desde febrero hasta octubre de 2020) y ofrece algunas conclusiones que no deberían pasar desapercibidas a ningún profesional que pretenda desempeñar su trabajo huyendo de la deshumanización de las personas migrantes. Más del 80% de las piezas evaluadas no dan voz a los protagonistas, un tercio de los titulares contiene tintes sensacionalistas o un lenguaje inadecuado y en más de la mitad de ellas no se utiliza la palabra “persona”.
¿De qué forma comunicamos la migración? ¿Qué estereotipos y prejuicios generan los medios de comunicación a la hora de abordar el fenómeno migratorio? ¿Qué fuerza tiene la imagen para transmitir lo sucedido? ¿Cuál es la importancia del lenguaje en los textos periodísticos en torno a la creación de un relato? El informe Inmigracionalismo 8, impulsado por la Red Acoge, responde estas y otras muchas preguntas. El detallado documento muestra las conclusiones recabadas tras el análisis de 2.055 artículos de medios con tirada nacional y 1.007 de tirada autonómica. En total, 22 medios monitorizados durante 260 días.
“La influencia social de los medios de comunicación, su capacidad de conformar y fijar ideas en el imaginario colectivo, y el amplio protagonismo discursivo que ocupan las migraciones son factores que nos exigen mantener una mirada crítica hacia el tratamiento mediático de este tema. El objetivo es contribuir a su mejora y a que los medios ejerzan su responsabilidad como agentes socializadores”, relatan convencidos desde la Red Acoge. Esta organización, que lleva tres décadas trabajando en la defensa de los derechos y la atención de las personas migrantes y refugiadas, lanza algunos datos que permiten tener una perspectiva completa del asunto, ya que desde 2014 han analizado más de 27.000 informaciones sobre migración.
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