El trabajo es un fenómeno tan contradictorio en la actualidad que supone una fuente de sufrimiento a la par que una forma de realización. Esa es la conclusión a la que ha llegado Fabien Toulmé, quien ha viajado alrededor del mundo para dibujar el cómic Trabajar y vivir (Garbuix Books, 2025), en donde recoge una serie de entrevistas y experiencias de personas que han cambiado su relación con el trabajo. Este artista francés preguntó a todas sus fuentes qué harían si tuvieran millones en sus cuentas bancarias. "Pensaba que me dirían que se iban a dedicar a descansar o disfrutar de la vida, pero se decantaron por trabajar en mejores ambientes, o cuidando, o ayudando al planeta", introduce. A fin de cuentas, se trata de trabajar para vivir y no de vivir para trabajar.

Toulmé recalca la diferencia en el valor que se le da al trabajo, sobre todo por las generaciones más jóvenes. "Parece que en ellas se da un reequilibrio entre el aspecto laboral y la vida personal, además de que buscan que trabajar tenga un significado", afirma. Él, nacido en 1980, todavía vivió ese ideal del trabajo como algo por lo que sacrificarse toda una vida. Según explica, este cambio en torno a su concepción ha podido venir provocado por la seguridad que se vive en los países desarrollados. "Antes pensábamos en alimentarnos y tener un alojamiento. Ahora eso está más cubierto que antes y de manera más sencilla, por lo que la incertidumbre vira hacia cuestiones menos vitales", añade.
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