Para Anna Miñarro (Barcelona, 1959), hablar sobre la memoria es tratar el olvido impuesto. Esta psicóloga clínica y psicoanalista, codirectora de la investigación Fosas cerradas y heridas abiertas, la primera en España sobre el trauma psíquico y la transmisión intergeneracional que supuso el franquismo, conoce bien el funcionamiento de la mente de las víctimas directas de la dictadura. Por eso, afirma sin ambages que el silencio es la impunidad sobre la que se ha construido la actual democracia. Y denuncia que la sociedad continúa adoleciendo de una escucha pausada y reposada de los miles de represaliados.
La escucha es imprescindible, pero no solo a las víctimas directas, también a las segundas, terceras y cuartas generaciones. Llevo en este trabajo de escucha desde 2003, y veo que muchas de estas personas tienen una capacidad enorme de transformar el dolor en espíritu de lucha: han transformado la vulnerabilidad en fortaleza al convertir su herida personal, traumática y privada en una acción social compartida.
Comparte si te ha gustado: