Muchas iniciativas populares están intentado llegar hasta donde, por el momento, las instituciones no lo hacen. La producción de mascarillas caseras ha inundado gran parte del país. Cientos de personas utilizan diferentes materiales para tratar de evitar la diseminación del coronavirus. Aunque las más habituales son las de algodón, también se han visto ejemplos de mascarillas realizadas con impermeables de la cama o servilletas de papel. Ante la posibilidad de que estos productos puedan actuar como un placebo, desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) alertan: tan solo sirven para no diseminar el virus, pero en ningún caso estarían protegiendo del contagio al portador.
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