Este fin de semana, en la madrugada del sábado 26 al domingo 27 de octubre, los relojes se retrasarán. A las 03.00 horas serán las 02.00 horas. Este cambio de hora, aceptado por la mayoría de países europeos, se impuso como medida para el ahorro energético a mediados de la década de 1970. Si había más horas de sol al día, menor sería el consumo.
En cambio, los datos parecen apuntar que la medida apenas tiene sentido en la actualidad. Un informe elaborado por la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo en 2018 señalaba que a pesar de que los cambios estacionales de hora pueden producir ahorros, estos son marginales, y tampoco hay certeza de que tales beneficios se obtengan en todos los Estados miembros de la UE. Aun así, Spain is different. En marzo de 1940, Franco quiso alinearse con los nazis, también en lo que a huso horario se refiere. Desde entonces, en nuestro país ya tenemos una hora más de lo que deberíamos al estar sincronizados con Berlín y no con Londres, como correspondería según el huso europeo occidental.
Los ritmos de los españoles también chocan frontalmente con los ritmos del día y la noche. Realizamos las comidas muy tarde, la hora del prime time es de las más tardías del mundo y nos dormimos casi de madrugada. Todo ello tiene consecuencias para la salud que solo han podido estudiarse décadas después del comienzo del cambio horario. Pilar Alcántara, neuróloga del Hospital Universitario de Torrejón, defiende en conversación con elDiario.es que los profesionales de la salud dedicados al sueño y cronobiología tienen una postura común: abogan por mantener el llamado 'horario de invierno', en el que igualmente España tendría una hora retrasada para su posición geográfica.
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