La villa que en Leganés hace siglos habitaron personalidades como el Conde-duque de Olivares, Góngora y Fray Luis de León es hoy pasto de los conejos, los escombros y el abandono. Las ruinas de todo aquello ven pasar el tiempo. La edificación se levantó en el siglo XVII, pero su estado es pésimo pese al intento de recuperación por parte de una Plataforma vecinal sin que el Ayuntamiento, sin presupuesto para ello, adecentara este enclave del Parque de Polvoranca. El vandalismo se ha apoderado de la zona, rodeada de señales que prohíben el paso al interior de un maltrecho vallado, a todas luces inútiles a tenor de las pintadas que decoran lo poco que queda de la antigua iglesia del poblado.
Ruinas de Polvoranca / Guillermo Martínez |
La Plataforma Salvemos Polvoranca inició su andadura en 2016 con el objetivo de recuperar el espacio. Antonio Delgado fue su portavoz hasta hace unos días, cuando al recorrer la zona constató el estado de abandono en el que se encuentra: “Han podido conmigo. A mis 70 años, yo ya no estoy para estas cosas”, declara. Aun así, saca algo de aliento, pues el enfado persiste, para enseñar el “ataque medioambiental” que supone no intervenir desde el Ayuntamiento. “Solo queríamos darle cierto grado de historia al lugar, que se recuperara el entorno y se integrara lo poco que quedan de las ruinas en el conjunto del Parque”, explica este leganense. No fue posible.
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Las ruinas de Polvoranca, testigos silenciosos de la historia, claman por atención. La villa del siglo XVII en Leganés, olvidada, espera ser redescubierta para revelar su valioso legado.