El fútbol todavía era football y los equipos de Madrid apostaban por nombres como Racing, Athletic y Sporting. Este deporte, todavía considerado algo inglés, permeaba así una capital que a principios del siglo XX vio florecer varios campos y estadios dedicados al que, años después, se convertiría en el deporte rey. Desde el Hipódromo de la Castellana hasta el Chamartín del Real Madrid, pasando por el estadio de Ciudad Lineal, el del Athletic, el del Racing de Chamberí y el de la Unión Sporting, no fueron pocos los enclaves de este tipo que fructificaron por la capital en aquel tiempo.
El deporte más antiguo localizado en Madrid estaba relacionado con los juegos de pelota. Circunscrito al ámbito cortesano, fueron los nobles quienes empezaron a practicarlo en espacios como el Alcázar y el Buen Retiro. Más tarde llegarían las carreras de caballos: "No eran nada populares porque eran carísimas. Las primeras están documentadas en la Casa de Campo, donde se construye una pista de carreras en torno a 1850, con Isabel II", apunta Alberto Tellería, vocal de la junta directiva de Madrid, Ciudadanía Y Patrimonio (MCyP).
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