La situación en la escuela infantil pública Señor Don Gato, en Valdebernardo, Madrid, ha llegado a tal punto de insostenibilidad que muchos padres y madres no pueden dejar a sus pequeños en ella. A los cinco meses de adeudos en las nóminas a las trabajadoras se suma la imposibilidad de utilizar el agua del centro para lavar a los bebés debido a su alto contenido en óxido, el sistema de aire acondicionado no funciona, llegando las aulas a estar a 30 grados, y la cámara frigorífica queda inutilizada al no enfriar a la temperatura indicada. La incertidumbre ha llegado a su máximo grado entre la plantilla y los progenitores, que ven cómo ni la empresa que la gestiona, Atreyu, ni la Consejería de Educación les dan una solución.
Todo comenzó a ir mal en agosto del año pasado, cuando las empleadas se vieron obligadas a aceptar un ERTE para ese mes. “Nos dijeron que las circunstancias económicas de la empresa eran malas, y que si aceptábamos el ERTE no iríamos a un concurso de acreedores”, cuenta una educadora que prefiere mantenerse en el anonimato por miedo a represalias laborales y que lleva más de diez años trabajando en dicha escuela infantil.
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