Juguetes de niños, discos de flamenco y utensilios para la higiene y limpieza fue lo que los arqueólogos se encontraron al excavar la única tierra virgen que queda en Madrid tras los bombardeos de la Guerra Civil. Ubicada en el distrito de Entrevías, en Vallecas, la actual plaza de Robert Capa guarda una realidad que se convirtió en secreto por el paso del tiempo. El edificio semidestruido del enclave dejó paso a chabolas de trabajadores de 12 metros cuadrados en las que se asentaron durante décadas.
Ahora, un equipo de especialistas del CSIC presenta el informe final de la intervención, una experiencia que va mucho más allá del papel. El orgullo de este barrio obrero persiste entre sus gentes al decir, sin pudor, "ahí y así viví yo, y de ahí salimos".
José María Uría es el director del área de Cultura de la Fundación Anastasio de Gracia, entidad impulsora de la investigación: "Lo primero que hicimos fue seguir la pista de las hojas de contacto de Robert Capa que se conservan en Francia junto a la tira de negativos en las que aparecen las dos casas de la calle Peironcely, 10. Ahí aparecía otro edificio que había sido semidestruido por un impacto de bomba", explica.
Comparte si te ha gustado: