Todo empezó un 6 de julio, a las puertas de las vacaciones de verano. La fábrica de palas eólicas LM Wind Power de Ponferrada planteó un ERE que, en un primer momento, afectaría a 393 personas. A pesar de que la propia empresa afirma a los sindicatos ser la planta más productiva de Europa, los representantes de los trabajadores piensan que detrás de este movimiento puede estar la deslocalización de la producción.
Un trabajador de la empresa entre la Policía, imagen cedida por parte de la sección sindical de CGT. |
Desde el 14 de julio, las comisiones negociadoras conformadas por los sindicatos presentes en el comité de empresa, CCOO, USO, CGT y UGT, se pusieron manos a la obra. "La negociación ha sido muy larga, dura e intensa. Llegamos a agotar el periodo de consultas. La última reunión la tuvimos que prolongar varias veces una vez cumplido el plazo. Estuvimos el pasado jueves desde las 10 de la mañana hasta las 9:30 horas del día siguiente en un edificio de la Junta de Castilla y León para llegar al preacuerdo", afirma Gabriel Garnelo, presidente del comité de empresa, de USO, y uno de los representantes que ha formado parte de la comisión negociadora. Finalmente, el documento fue votado por 846 empleados, el 79,5% de la plantilla. De ellas, 720, el 85,1% del total, votaron a favor. Frente a ellas, 126 noes, el 14,9% del total.
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