Organizar cursos y editar una guía para intentar revertir la homosexualidad parece estar extinto de consecuencias legales para el Obispado de Alcalá de Henares; no así mostrar repulsa ante ello. Siete personas están llamadas a declarar en los juzgados de la ciudad complutense por una querella interpuesta desde Abogados Cristianos en la que les acusan de un delito contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos y otro delito de incitación al odio. Una concentración en la Catedral-Magistral del municipio en repulsa de Juan Antonio Reig Pla, obispo de la ciudad, derivó en la entrada de varios de los activistas al templo, en donde corearon distintos cánticos contra la institución católica. Ahora se enfrentan a una pena de prisión que puede llegar a los cuatro años y una multa económica que podría alcanzar varios miles de euros.
Protesta frente a la Iglesia de Alcalá por las
declaraciones LGTBIfóbicas. / MARIO ESCRIBANO
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