Germán Rodríguez murió con 23 años a causa de un disparo de la Policía en la pamplonesa Avenida de Roncesvalles el 8 de julio de 1978. Su asesinato fue otro de los tantos que quedaron sin resolver durante la Transición.
El fatídico desenlace tuvo lugar pocos minutos después de que la Policía decidiera entrar en la plaza de toros y cargara contra los allí presentes, disparando material antidisturbios como pelotas de goma y botes de humo.
Lo peor estaba todavía por llegar, pues a estos lanzamientos se sumaron decenas de disparos con fuego real. En total, 11 personas fueron heridas de bala en la plaza. "Disparad con todas vuestras energías. No os importe matar" fue la orden dada. Ahora, 45 años después, su familia y diversos colectivos siguen buscando en Argentina la justicia que siempre se les negó en los tribunales españoles.
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