La embajada de Estados Unidos en Madrid ha amanecido blindada por la Policía Nacional este domingo 7 de junio. Una concentración convocada por la Comunidad negra, africana y afrodescendiente en España (CNAAE) auguraba un seguimiento masivo en la movilización para condenar el racismo institucional y en recuerdo de George Floyd, asesinado por un policía estadounidense al asfixiarle mientras le reducía en el suelo, en Minnesota.
Clavando la rodilla en el suelo y levantando el puño, los congregados han guardado varios minutos de silencio en honor Floyd, el último afroamericano asesinado a manos de un agente policial blanco de EE.UU. El "I can’t breath" ("no puedo respirar", en castellano), algunas de las últimas palabras que la víctima pudo decir mientras el policía le asfixiaba, ha resonado en repetidas ocasiones, recordando así la saña con la que el policía acabó con la vida de Floyd. Al mismo tiempo, decenas de personas racializadas se han tumbado boca abajo en el suelo con los brazos cruzados a sus espaldas, a modo de performance, dando una imagen que la mayoría de los asistentes no se han querido perder.
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