Quisieron reunirse con el empresario, convocaron concentraciones cerca del local y repartieron panfletos para que el vecindario supiera lo que de puertas del obrador para adentro sucedía. Meses después terminaron condenados a prisión. En aquellos panfletos, la denuncia de una de sus trabajadoras hacia el dueño de la pastelería La Suiza, que llegó a denunciar el acoso que sufría y que casi pierde al hijo que esperaba por verse obligada a continuar trabajando, aunque hubiese sangrado durante su jornada laboral.
Manifestación en solidaridad con
los encausados en Gijón. — IMAGEN CEDIDA
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Todo comenzó a principios de 2017, cuando una trabajadora de La Suiza comentó en el sindicato que no quería volver a trabajar ahí por la actitud del dueño y las irregularidades que hasta el momento había cometido. De baja por maternidad, la empresa le adeudaba numerosas horas extras y vacaciones no retribuidas. "También nos dijo que le hacía comentarios sobre su cuerpo y su relación sentimental. Cuanto menos, le ponía en una situación degradante y humillante", completa Torres.
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