Conseguir que la costrada sea considerada patrimonio gastronómico de Alcalá, incluso que se pueda instituir el 2 de diciembre como Día de la Costrada Alcalaína. Ese es el espíritu con el que ha nacido el primer concurso que dirimirá quién es capaz de realizar mejor el mítico postre complutense, llegado al municipio de la mano de la familia Azaña hace casi un siglo. Organizado por Alcalá Gastronómica – Fomentur, planean una jornada en la que no faltará una degustación popular del dulce.
Coincidente con el aniversario de la declaración de Alcalá de Henares como Ciudad Patrimonio Mundial de la Humanidad, el próximo lunes tendrá lugar este concurso en el que están convocadas cualquier pastelería, panadería, cafetería y restaurante que quiera participar. El jurado estará compuesto por Miguel Ángel del Corral, director de la Escuela de Hostelería, María Zarzalejos, periodista gastronómica, Rosa Román, por Chaîne de Rotisseurs, y Vicente Sánchez Moltó, cronista oficial de Alcalá.
Precisamente, es este último el que relata la llegada de la costrada a Alcalá. “La inventó Lino Gómez, que estaba al frente de la confitería El Postre, en la primera quincena de 1934”, señala. Esta concreción en los datos es posible porque se conoce, sin lugar a dudas, quién y cómo transmitió la idea al pastelero. Como ya recordó María José Navarro Azaña, la familiar más directa del que fuera presidente de la Segunda República, la historia comenzó en una boda. “Mi madre Pepita, mi tía Concha y mi tío Manuel fueron a Zaragoza, a una boda, donde Gregorio Azaña era el presidente territorial y cuya hija se iba a casar el 3 de enero de 1934”, explicó.
Seguir leyendo AQUÍ
Comparte si te ha gustado: