Este jueves a mediodía ha tenido lugar la joya de la corona del programa que el ejecutivo ha preparado para conmemorar el 80 aniversario de la muerte de Manuel Azaña en el exilio: una exposición en la Biblioteca Nacional que iba a tener como padres pródigos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y al rey, Felipe VI, pero que se ha quedado huérfano de uno (quizá el menos pródigo, pues no deja de ser irónico que el bisnieto de Alfonso XIII rinda homenaje a Azaña), ya que el Presidente está en cuarentena por haber estado en contacto el lunes pasado con Enmanuel Macron, positivo en covid. En su lugar han acudido el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, la vicepresidenta Primera, Carmen Calvo, y la presidenta del Congreso Meritxell Batet.
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| “Izquierda Republicana en vanguardia contra el fascismo internacional” Cartel, 1937. — Petit Guillén / FUNDACIÓN PABLO IGLESIAS, MADRID |
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