Ubicado en la localidad madrileña de Bustarviejo, el destacamento penal franquista que allí se conserva pasó de ser un lugar de memoria a convertirse en el taller de trabajo para una productora. La idea: utilizar dos de los barracones por los que pasaron cientos de presos trabajadores de la dictadura como un hospital de Afganistán de los años 90 para una película. La mala praxis por parte del Ayuntamiento, que reconoce su error, ha tenido consecuencias. La Asociación por la Memoria Histórica Los Barracones denuncia ciertos desperfectos en el único espacio de estas características que se conserva en España: movimiento de terrenos en el suelo, repintar algunas partes de la fachada, perforación en las paredes y la irreparable destrucción de una parte de un muro ubicado en las letrinas del complejo.
Foto cedida por la Asociación por la
Memoria Histórica Los Barracones.
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