La plaza bullía de vida. Cientos de personas se acercaban cada día y dormían todas las noches en ella, soñando con la SOLución. Eternas asambleas de hasta 3.000 personas conseguían integrar un descontento mundial y que pronto tendría sus réplicas en otras ciudades de otras comunidades, países y continentes. Tras su levantamiento, la acampada transitó entre infinitos debates, estrategias, estructuras. Tenía que haber espacio para todos. Y para todas. Todo comenzó un 15 de mayo de hace 10 años, en el kilómetro 0 del Estado Español, y sus ecos aún persisten en la sociedad. Recordamos esa fecha histórica de la mano de Julia Ramírez-Blanco y su libro ‘15M. El tiempo de las plazas’. El día en que la ciudadanía dejó de ser pasiva. Algunas semillas que sembraron aún perduran.
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