Las reivindicaciones en el ámbito sanitario y residencial se suceden. Huelgas de los profesionales de la enfermería, los MIR y la Marea de Residencias son solo algunos ejemplos de colectivos que reivindican el fortalecimiento de la sanidad pública. Sus proclamas: refuerzo de personal, contratos estables y una atención de calidad para los usuarios. Todas ellas contra la privatización cada vez más estructural del sistema sanitario, cuya raíz se ubica en la aprobación de la ley 15/97 y el artículo 90 de la Ley General de Sanidad, el marco normativo que abrió la puerta a que las empresas privadas se beneficiaran de lo público.
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Manifestación del sector de la enfermería bajo el lema "La vocación no justifica la explotación", cuyo objetivo era pedir más protección y recursos para la lucha contra la pandemia en Madrid. /Europa Press /Ricardo Rubio |
La Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad (CAS), que lleva años proclamando la derogación de estas normas, volverá a salir a la calle el próximo
sábado 17 de octubre. Las convocatorias tendrán lugar en 36 ciudades de 12 comunidades autónomas diferentes, y en ellas remarcarán la necesidad de invertir en atención primaria, además de denunciar el alto incremento y negocio que los seguros privados están llevando a cabo a causa de la pandemia. "Tenemos que luchar contra estas leyes que permiten que el dinero público no se utilice de forma eficaz porque los gestores, los políticos, que hacen una mala gestión de los recursos durante una larga temporada, resuelven la papeleta externalizando servicios a entidades privadas", incide Ruth Suárez, médica de familia en Lebrija y militante de CAS.