En ocasiones, de ser patrono a patrón hay poco más que una letra. Eso es lo que pueden llegar a pensar los 37 trabajadores del Centro Especial de Empleo de Alcalá de Henares, tres decenas de ellos con discapacidad, al ver que la Fundación Nº1 (F1) para la que trabajan está en peligro de disolución debido a decisiones tomadas desde su patronato. Este órgano decisorio está formado por todos los partidos políticos con representación en el Consistorio, así como por UGT y algunos empresarios del Corredor del Henares.
Un preconcurso voluntario convocado por el patronato con el único voto en contra del concejal de Unidas Podemos levanta las peores sospechas a los trabajadores, que aseguran que desde el Ayuntamiento se están rechazando contratos para justificar una baja productividad y poder motivar así la convocatoria del concurso de acreedores final. Así expresan los empleados en un comunicado la realidad de la F1 que ha desembocado en el preconcurso: "Se debe a una gestión del todo discutible, unas condiciones laborales pésimas y un descenso drástico de ingresos el último año que creemos intencionado por los gestores". Javier Rodríguez Palacios (PSOE), actual alcalde de la ciudad complutense, es estatutariamente el patrono mayor de la F1, pero desde el Gobierno local prefieren no hacer ninguna declaración al respecto.